Lolita

Esta mañana hacia un solete de aupa. No hacáa calor y se respiraba placer. Despues de tirarme au soleil y leer un rato, me he sentado en las piedras del antiguo puente. Entre las barras que separan el parque de la Universidad apareció muy sigilosa una preciosa gata. Muy joven y algo escuálida. Pelo negro, cano y blanco y unos ojos verdes como dos esmeraldas. Con mi irresistible siseo gatuno la he llamado. Se ha acercado sin ningun miedo, como si me conociera de toda la vida. Luego ha pedido caricias, juegos con ramas y hojas secas y unas risas. Se ha tirado casi media hora conmigo. Se cruzó con un pastor aleman y arqueando cuerpo y cola, levanta una pata y le ha bufado bien clarito; De un zarpazo te dejo ciego, perro!. El perro a tres metros y nariz agachada. O sea que cariñosa y tranquila si, pero lo justo. Hemos pasado un buen rato. Pero la criatura me seguía hacia casa, asi que he tenido que darle una vuelta por el parque al despiste hasta las barras de dónde había salido.

A la tarde, volvía con el niño de la escuela, y al pasar por el mismo lugar he siseado " bsbsbs" y la gatita salió al momento de su terreno. Otra vez se quedó a jugar con nosotros. Se ha llevado un poco de jamon york y un nombre. Lolita. Es el segundo gato del parque que "apadrinamos" el chaval y yo.

Sigo siendo un gato.